Yo quiero marcar una Z dentro de tu escote,
ser tu Zorro de espada y capote
para salvarte cerca del final.
Después, en un giro inesperado, ponerme los calzones,
volver a creer en los hombres del saco
y dormirme contigo a mi lado.
Yo quiero ser para ti la camiseta diez,
tener a todo el Benfica a mis pies,
marcar un punto en tu atención.
Si así faltara fiesta en tu bancada,
hago mi última jugada
y marco un gol con la mano.
Yo quiero pasar contigo del brazo
y toda la calle con los ojos como platos
preguntándose cómo lo consiguió.
Yo tiro de la humildad de mi persona,
digo de la forma que menos ofende
«Fue fácil. ¡Ella me lo pidió!»