A veces me parece que los soldados
Que de los sangrientos campos no regresaron
No fueron enterrados, un día, en nuestro suelo
En cambio, se convirtieron en blancas grullas
Hasta nuestros días, desde aquellos tiempos lejanos
Vuelan y nos dirigen sus voces
¿Será por eso que, tantas veces, con tristeza
Callamos, con la mirada hacia los cielos?
Vuela, vuela por el cielo, la cuña exhausta
Vuela en la niebla, en el confín del día
Hay, en esa formación, un pequeño hueco
Tal vez, sea ese un lugar para mí
Llegará el día cuando, con la bandada de grullas
Atravesaré aquella misma bruma cárdena
Bajo los cielos, clamando cual un ave
A todos ustedes, los que en tierra quedaron
A veces me parece que los soldados
Que de los sangrientos campos no regresaron
No fueron enterrados, un día, en nuestro suelo
En cambio, se convirtieron en blancas grullas