Cambiaré cada respiro
en un viento travieso
para que me lleve de vuelta
allí donde tienes tu mundo.
Sumaré todos los susurros
en un grito caluroso,
para que te encuentre allí,
donde escondiste tus sueños.
Ahora ya sé que los días sirven solamente
para volver a tí cada noche de oro.
No conozco palabras que tengan más sentido
si hay una cosa, sólo una cosa que ya sé:
estar allí, siempre allí, donde estás tú.
No me preguntes por mañana:
esto será en mil años.
Navegamos un barco blanco
hacia un tiempo impenetrable.
Sumaré todos los susurros
en un grito caluroso,
para que no nos huyan más,
para que sequen las lágrimas.
Ahora ya sé que los días sirven solamente
para volver a tí cada noche de oro.
No conozco palabras que tengan más sentido
si hay una cosa, sólo una cosa que ya sé:
estar allí, siempre allí, donde estás tú.
***
Ahora ya sé que los días sirven solamente
para volver a tí cada noche de oro.
No conozco palabras que tengan más sentido
si hay una cosa, sólo una cosa que ya sé:
estar allí, siempre allí, donde estás tú,
despertarme y acostarme en mi cielo privado;
estar allí, siempre allí, donde estás tú,
despedirme cada amanecer y volver a tí de nuevo;
estar allí, siempre allí, donde estás tú
despertarme y acostarme en mi cielo privado;
estar allí, siempre allí, donde estás tú...