Rosa ¿Qué te importa que no venga?
me aconseja el pensamiento.
Y aunque no quiero escuchar
lo que dice la razón,
no me deja el corazón marchar.
Si no sé por qué lo espero
si es tan solo por reírme,
como no me puedo ir
¿y por qué en vez de reír
pienso que voy a morirme?
¿Quién me había de decir
que en el fuego de un querer
mi ventura había de morir?
¡Ay, Virgen santa, querida,
consuela tú mis dolores
o acabará con mi vida
el mal de mis amores!
Que amor nacido entre burlas
pronto se sabe vengar,
burlas y risas que hacen llorar.
¡Maldito sea mi sino!
¡Maldita sea mi suerte!
¿Por qué te vi en mi camino
y llegué a quererte?
¡Si pudiera yo tener,
corazón y voluntad
para al fin poderte aborrecer!
Ref.
¡Maldito sea mi sino!
¡Maldita sea mi suerte!
¿Por qué te vi en mi camino
y llegué a quererte?
¿Quién me había de decir
que en el fuego de un querer
mi ventura había de morir?