En esas noches por Manogasta,
cuando la luna se quiere machar,
le roban los montes zambitas de antaño,
que viejos violineros solían tocar.
Te juro, bombo, que si mañana,
con el regreso nos pagara Dios,
bailarán los viejos sintiéndose changos,
cuando a mi pago humilde le cante con vos.
Zambita que traes cantares de ayer,
sembrando misquila de arpas.
Canta el vidalero, toquen el musiqueros,
que la manogasteña no se ha'i de escapar.
A veces pienso: ¿por dónde fueron
las zambas viejas que supe aprender?
Esas que mi abuelo en quichua*** cantaba,
con coro de coyuyos al atardecer.
Si en los senderos mi luz se apaga,
no creas, tierra, que no he'i de volver:
junto con el canto dolido del monte,
del brazo con la noche te recorreré.
Zambita que traes cantares de ayer,
sembrando misquilas de arpa.
Canta el vidalero, toque el violinero,
que la manogasteña no se ha'i de escapar.