El viejo río cosquín
Fue el testigo quieto de un desengaño
Que un guitarrero cantor
Sufriera en el arenal
Cuando se escondía el sol.
Cuentan paisanos de allá,
Que en un amanecer se escuchó su canto
Era un lamento de amor
Que del pecho le brotó
Y entre los cerros quedó.
Quisiera verte volver,
en una tarde de enero;
Si vuelves me encontrarás,
en la orilla del cosquín,
Con mi guitarra cantora;
Y en mis labios sentirás
Que aún perdura el amor
Que me dejaste al partir.
Qué cosas las del amor,
Si hasta agarra pena solo pensarlas
Cuando comienza a gustar,
Como agua de manantial
Solo se empieza a alejar.
Alguna vez al pasar,
Por el viejo río en noche estrellada,
Quizás puedan escuchar
Las coplas que del cantor
Nacieran por un dolor.