La música a todo volumen y los vecinos no duermen,
a los que están debajo de nuestro piso, les pido perdón.
Luego hablaremos de amor hasta el amanecer:
esta es mi juventud, esta es mi juventud.
Sé que en definitiva hoy no dormiremos,
sé que miraremos las estrellas hasta el amanecer,
te doy calor entre mis brazos y la fogata,
es hermoso como las chispas vuelan por el aire.
El viento acaricia los ojos, el sol se pone,
los que estuvieron conmigo hasta el final, sigan allí,
y ahora nos hemos fortalecido, nos protegemos.
Juntaré a todos mis amigos y luego...
La música a todo volumen y los vecinos no duermen,
a los que están debajo de nuestro piso, les pido perdón.
Luego hablaremos de amor hasta el amanecer:
esta es mi juventud, esta es mi juventud.
Todo el patio está escuchando la música
y la volvemos a poner.
Rugen los motores, avanzamos,
la gente ya se juntó en el centro.
Eh, suban el volumen, abran toda la ventana,
Dabro vuelve a sonar.
Hay algunos amigos y también amigas
que no defraudaré, tampoco al sueño en mi corazón.
Dos palomas blancas salen volando,
te doy un beso y vuelves,
vienes hacia mi y cierras la puerta:
quiero estar a solas contigo.
El ritmo detrás de la pared y los graves vibran:
volvemos a quedarnos despiertos mientras duerme la ciudad
y de algo estoy seguro, se nos pasa la hora volando.
Prométeme no entristecerte y sonreír,
no lo olvides y sueña más seguido.
Esperaré un nuevo encuentro y extrañaré ese brillo en los ojos,
ya volveremos pero por ahora, igual que la última vez.