Cuando estés deprimido y preocupado
y te haga falta una mano amiga
y nada, oh, nada te salga bien,
cierra los ojos y piensa en mí
y enseguida estaré ahí
para iluminar hasta tus noches más oscuras.
Tú sólo grita mi nombre
y sabes que, dondequiera que esté,
vendré corriendo, oh sí nena,
para volver a verte.
Invierno, primavera, verano u otoño,
no tienes más que llamar
y estaré allí, sí, sí, sí,
tienes un amigo.
Sí el cielo sobre ti
se oscureciera y se llenara de nubes
y ese viejo viento del norte empezara a soplar,
no pierdas la cordura y grita fuerte mi nombre
y enseguida estaré llamando a tu puerta.
Tú sólo grita mi nombre
y sabes que, dondequiera que esté,
vendré corriendo para volver a verte.
Invierno, primavera, verano u otoño,
no tienes más que llamar
y estaré allí, sí, sí, sí.
Oye, ¿no es bueno saber que tienes un amigo?
La gente puede ser muy fría,
te harán daño y te abandonarán
y te arrancarán el alma si los dejas,
oh sí, pero no los dejes.
Tú sólo grita mi nombre
y sabes que, dondequiera que esté,
vendré corriendo para volver a verte.
Oh nena, ¿sabes qué?
Invierno, primavera, verano u otoño,
oye ahora, no tienes más que llamar.
Señor, estaré allí, sí, estaré.
Tienes un amigo,
tienes un amigo.
¿No es bueno saber que tienes un amigo?
¿No es bueno saber que tienes un amigo?
Tienes un amigo.