Me das la mano
y luego me dices hola.
Y casi no puedo hablar,
el corazón se me sale del pecho.
Y cualquiera puede decir
que crees que me conoces muy bien,
pero no me conoces.
No, no conoces al
que sueña contigo por la noche
y suspira por besar tus labios
y anhela abrazarte fuertemente.
Para ti soy sólo un amigo,
eso es lo que siempre he sido,
pero no me conoces.
Pues aunque nunca conocí el arte de amar,
me duele el corazón de amor por ti.
Temeroso y vergonzoso, dejé escapar mi oportunidad,
la oportunidad de que también tú me quisieras.
Me das la mano
y luego me dices adiós.
Te veo alejarte
con ese afortunado,
para que nunca, nunca conozcas
al que te quiere tanto.
No, no me conoces.
Pues aunque nunca conocí el arte de amar,
me duele el corazón de amor por ti.
Temeroso y vergonzoso, dejé escapar mi oportunidad,
la oportunidad de que también tú me quisieras.
Me das la mano
y luego me dices adiós.
Te veo alejarte
con ese afortunado,
para que nunca, nunca conozcas
al que te quiere tanto.
No, no me conoces.