Siempre lastimas a quien amas,
a quien jamás deberías lastimar.
Siempre tomas la rosa más dulce
y la aplastas hasta que los pétalos caen.
Siempre rompes el corazón más amable,
con una palabra brusca que no puedes recordar.
Así que si rompí tu corazón anoche,
es porque te amo más que a nadie.
Siempre rompes el corazón más amable,
con una palabra brusca que no puedes recordar.