Con una carta tú me has abandonado.
Cada palabra en un momento han borrado
la idea que me había hecho de ti
y sólo ahora yo puedo decir.
Creía en la historia entre tú y yo,
pero si es lo que quieres digo que no.
Yo nunca te habría tratado así, lo sé.
Yo no, yo no, yo nunca.
Yo no, yo no, yo nunca.
Yo no, yo no, yo nunca.
Me has condenado con la facilidad
de quien decide todo con frialdad.
No te has dignado ni de darme un porqué
y así mi respeto has sabido perder.
Conmigo te has metido alguna vez
y luego ha vencido tu estupidez.
Yo nunca te habría tratado así, lo sé.
Yo no, yo no, yo nunca.
Yo no, yo no, yo nunca.
Yo no, yo no, yo nunca.
Yo no, yo no, yo nunca.
¿Donde está la lealtad? En ti yo no la vi
Yo intenté defenderla, al final la perdí.
Me has negado la posibilidad
de poder defenderme, salvar mi dignidad.
Y si actúas así, un día tú llegarás
a enfrentarte tan sólo a la triste realidad
de quien busca caminos fáciles,
sin escusas posibles.
De mí tan solo indiferencia tendrás.
Si tienes tú conciencia lo entenderás.
Yo nunca te habría tratado así, lo sé.
Yo no, yo no, yo nunca.
Yo no, yo no, yo nunca.
Yo no, yo no, yo nunca.
Yo no, yo no, yo nunca.
Yo no, yo no, yo nunca.
Yo no, yo no, yo nunca.
Yo no, yo no, yo nunca.
Yo nunca.