El aire es claro como el vino
Y esencia de pinar,
Lo lleva la brisa en la tarde
Oyendo a algiuen cantar.
En el dormir de árbol y piedra
Cautiva en su soñar,
La ciudad está solitaria
Y un muro en su mitad.
Jerusalem de oro,
De bronce y de luz,
Para cantar tus canciones,
Soy un laúd.
Las cisternas se han secado,
Nadie al mercado va,
Vacío está el monte del templo
En la vieja ciudad.
Canta en las cuevas de los montes
El viento su canción,
Y nadie baja hasta el Mar Muerto
Camino a Jericó.
Jerusalem de oro…
Y al venir hoy a alabarte
Como tu hijo menor,
Yo te corono con guirnaldas
Soy tu último cantor.
Tu nombre quemará mis labios
De un beso angelical,
Si te olvidase, ciudad vieja
De oro espiritual.
Jerusalem de oro…
Volvimos luego al mercado,
Y al muro en su mitad,
Un shofar del monte del templo
Llamando a la ciudad.
Y en las cuevas de la montes
Mil soles brillan hoy
Bajando hasta el Mar Muerto
Camino a Jericó.
Jerusalem de oro…