Yo del inglés conozco poca cosa,
pues solamente hablo en español,
pero entiendo a los pueblos cuando dicen:
¡Yankee go home!
El inglés que yo tengo es muy escaso,
es un inglés de “mister” y “hello”,
pero entiendo a los pueblos cuando exigen:
¡Yankee go home!
Lo dicen en Manila y en Corea,
en Panamá, en Turquía y en Japón.
El clamor es el mismo en todas partes:
¡Yankee go home!
Con este inglés me basta, aunque precario,
para gritar con fuerza y con razón
y con criterio revolucionario:
¡Yankee go home!
Me basta con mi voz nacionalista
para exigir con firme decisión
y con razones antimperialistas:
¡Yankee go home!