Los pozos de los deseos
están muy bien en los cuentos
pero no tienen espacio aquí
donde el mal está tan presente
que hasta hay niños
que desaparecen.
No hay lugar para conjuros de magia,
ni para arrojar monedas al aire,
donde la gente hace cola
para vender su dignidad.
Cuando la realidad se vuelve un espectáculo,
todos acaban arrastrándose por el barro.
Temo a veces
que no creemos en la salvación,ni en el infierno.
Tengo casi decidido colgar al siguiente tonto,
para que me vaya bien,
para que me vaya bien.
No es ninguna sorpresa.
Todo el que adquiere fama
frente a nuestros ojos,
crea una gran espectación, pero acaba cayendo.
Yo a veces presiento
que no creemos en la salvación,ni en el infierno.
Tengo casi decidido colgar al siguiente tonto,
para que me vaya bien,
para que me vaya bien.
Dime cuándo.
Cuándo por una vez prevelecerá la verdad
por encima de todo lo demás.
Entreganos presumidos quinceañeros
sonrientes y sálvanos de todos
los matones sedientos de sangre.
Yo a veces presiento
que no creemos en la salvación,
ni en el infierno.
Tengo casi decidido colgar al siguiente tonto,
para que me vaya bien,
para que me vaya bien