Me tomaste de la mano y me demostraste como.
Me prometiste que estarías cerca de mí,
ajá, así es.
Confié en tus palabras y creí
en todo lo que me dijiste,
sí, ajá, asi es.
Si hace tres años alguien hubiera dicho
que te irías para siempre,
me pararía a golpearlos
por estar equivocados.
Bien lo sé
porque dijiste que era para siempre,
para toda la vida:
quien hubiera sabido.
¿Recuerdas cuando éramos tan tontos,
tan confiados y demasiado geniales?
Ah no, no, no,
desearía poder volver a tocarte,
desearía aún poder llamarte amigo:
te daría lo que quisieras.
Como alguien me dijo —Cuenta tus bendiciones ahora
antes de que desaparezcan,
creo que no supe como,
estaba muy equivocada,
bien lo sabían
y seguías diciendo que era para siempre,
para toda la vida:
quien hubiera sabido.
Sí, sí,
te mantendré encerrado en mi mente
hasta que nos reencontremos,
hasta que nos, hasta que nos reencontremos
y no te olvidaré, amigo mío.
¿Qué sucedió?
Si hace tres años alguien hubiera dicho
que te irías para siempre,
me pararía a golpearlos
por estar equivocados.
Y a ese último beso
lo apreciaría
hasta que nos reencontremos.
Y el tiempo dificulta las cosas,
desearía poder recordarlo
pero mantengo tu recuerdo:
me visitas cuando duermo,
mi amor, quien hubiera sabido.
Mi amor, mi amor,
quien hubiera sabido.
Mi amor, te extraño,
mi amor,
quien hubiera sabido,
quien hubiera sabido.