Estaba siguiendo a la,
estaba siguiendo a la,
estaba siguiendo a la,
estaba siguiendo a la,
estaba siguiendo a la jauría,
se tragaron sus abrigos,
con bufandas rojas atadas en sus gargantas,
para que sus pequeñas cabezas
no cayeran en la nieve
y me volteé y ahí estabas
y, Michael, tú caíste
y convertiste la blanca nieve
roja como fresas en el tiempo de verano.
Estaba siguiendo a la jauría
se tragaron sus abrigos
con bufandas rojas atadas en sus gargantas,
para que sus pequeñas cabezas
no cayeran en la nieve,
y me volteé y ahí estabas
y, Michael, tú caíste
y convertiste la blanca nieve
roja como fresas en el tiempo de verano.
Estaba siguiendo a la jauría
se tragaron sus abrigos
con bufandas rojas atadas en sus gargantas,
para que sus pequeñas cabezas
no cayeran en la nieve,
y me volteé y ahí estabas
y, Michael, tú caíste
y convertiste la blanca nieve
roja como fresas en el tiempo de verano.