Si sigue lloviendo el dique se romperá,
cuando el dique se rompa, no tendré donde vivir.
El viejo dique malvado me enseño a llorar y a gemir,
tiene lo necesario para hacer que un hombre montañez deje su hogar.
¿No te sientes mal,
cuando tratas de encontrar tu camino a casa,
y no sabes qué camino tomar?
Si vas al sur, no hay trabajo para tí,
si no sabes sobre Chicago.
El llorar no te ayudará, el rezar no te hará ningún bien.
Cuando el dique se rompe, mamá, tienes que moverte.
Toda la noche me senté sobre el dique a sollozar,
pensando en mi nena y mi hogar feliz.
Me voy a Chicago, lo siento, pero no puedo llevarte.
Voy bajando, bajando, bajando...