Te encontré en el parpadeo de un ojo,
te extraño,
rechacé mil sueños,
descubrí lo que significan.
Te perdí ahí, en un momento de revelación,
confío en ti,
regalé el único corazón,
un regalo por destruir.
Mánchame, sálvame,
llévame a mi casa,
sostenme, muéstrame,
llévame a mi casa.
Más débil ahora, dibujando fluido de mí,
me matas,
no tengo miedo de lo que acabas de hacer,
sino, de en lo que te has convertido.