No necesito más de nada
ahora que
me iluminas con amor inmenso fuera y dentro.
Créeme si puedes.
Créeme si quieres.
Créeme y verás que nunca terminará.
Tengo deseos escritos en alto que vuelan.
Cada pensamiento es independiente de mi cuerpo.
Créeme si puedes.
Créeme porque
me lastimaría sólo y de nuevo a mí mismo.
Aquí, espacios grandes y después nosotros,
cielos abiertos que ya
no se cierran más.
Hay una necesidad de vivir a partir de aquí.
Víveme sin miedo,
que sea una vida o que sea una hora.
No dejes libre o disperso
este espacio mío ahora a bierto, te ruego.
Víveme sin vergüenza,
aunque tengas a todo el mundo en contra.
Deja la apariencia y toma el sentido,
y escucha lo que tengo aquí adentro.
Así te conviertes en un gran cuadro
que en mi interior
recubre una pared blanca incluso algo cansada.
Créeme si puedes.
Créeme porque
me lastimaría sólo y de nuevo a mí mismo.
Aquí, entre las cosas que tengo,
tengo algo más
que nunca tuve.
Necesitas vivirme más.
Víveme sin miedo,
que sea una vida o que sea una hora.
No dejes libre o disperso
este espacio mío ahora a bierto, te ruego.
Víveme sin vergüenza,
aunque tengas a todo el mundo en contra.
Deja la apariencia y toma el sentido,
y escucha lo que tengo aquí adentro.
Has abierto en mí
la fantasía,
las esperas, los días de una ilimitada alegría.
Me has tomado.
Eres la directora.
Me encuadras y luego me desplazas con base en tu idea.
Víveme sin miedo,
aunque tengas a todo el mundo en contra.
Deja la apariencia y toma el sentido,
y escucha lo que tengo aquí adentro.