Lo que mi padre me dijo, lo llevo aquí
escrito sobre mi piel como la verdad:
“Vete si tienes que ir y si no aguantas más.
Vete, sea lo que sea, que eres tú el camino.
Paso a paso, no te vuelvas hacia atrás, cuídate.
En el mismo río nunca vivirás dos veces”.
Dijo un mendigo: No pido caridad
pero te doy un consejo sobre la felicidad:
ciego es quien se queda quieto mientras que alrededor todo se va,
que la vida fluye, todo cambia y nos hace
correr, gritar, partir, imaginar las cosas,
construir, navegar, florecer y cultivar las rosas,
caminar, naufragar, sufrir, enamorar a las esposas.
Todo fluye, todo es como la música,
es como el tiempo,
nunca se detiene.
Vive la vida, vive y vete.
Hijo del futuro que pronto llegará,
dime lo que ves, dime qué pasará.
Hijo del mañana, yo te espero porque
naciendo traerás un mundo nuevo para mí,
y día tras día el cambio, hasta que
haya entendido cómo es esta vida.
Correr, gritar, partir, imaginar las cosas,
construir, navegar, florecer y cultivar las rosas,
caminar, naufragar, sufrir, enamorar a las esposas.
Todo fluye, todo es como la música,
es como el tiempo.
Vive la vida, vive y vete...
Vive y vete.
Correr, gritar, partir, dar un nombre a las cosas,
construir, navegar, florecer y cultivar las rosas,
caminar, emocionar, para siempre enamorar a las esposas.
Todo fluye, todo es como la música,
es como el tiempo,
nunca se detiene.
Vive la vida, vive y vete...
Vive y vete...
Vive y vete.