Yo la vi que se venía en falsa escuadra,
se ladeaba, ¡se ladeaba por el borde del fangal!
¡Pobre mina que nació en un conventillo
con los pisos de ladrillos, el aljibe y el parral!
Alguien tiró la banana que ella pisó sin querer
y justito, cuando vi que se venía ya decúbito dorsal
¡me la agarré!
Fui un gil
porque creí que allí inventé el honor,
un gil
que alzó un tomate y lo creyó una flor;
y sigo gil
cuando presumo que salvé el amor,
ya que ella fue
¡quien a trompadas me rompió las penas!
Ya ven
volví a la mugre de vivir tirao
¡caray
si al menos me engrupiera de que la he salvao!
(Esto dijo el "cusifai" mientras la "cosa"
retozaba, retozaba ya perdida en el fangal
y él tomaba una ginebra desastrosa
entre curdas y malandras en la mesa de aquel bar...).
Si alguien tiró la banana, él, que era un gil, la empujó
y justito cuando vio que se venía ya decúbito dorsal
¡se le prendió!