Cuando anticipados a tu asombro,
vengan a preguntarte sobre nuestro amor
a esa gente consumada en llamar la atención,
un amor así de largo,
tú no se los des tan de prisa.
No permitas que tus labios se obstruyan con demasiadas palabras,
tus labios tan reprimidos en las fantasías del amor,
y después el amor, tan seguro refugiado en los “siempre”,
en la hipocresía de los “nunca”.
No fui capaz de cambiarte,
no me has cambiado lo sabes.
Y detrás de los micrófonos traerán un espejo
para hacerte más bella y pensarme ya viejo
tú regálales un maquillaje que conmigo no lucías
y ellos se asombrarán
de que tú no me bastabas,
Puedes decirles que el poder yo lo he arrojado de las manos
donde el amor no era adulto y te dejaba rasguños en los senos
regresar después del amor,
a las caricias del amor,
era fácil entonces.
No fuiste capaz de cambiarme,
no te cambié lo sabes.
Diles que tus ojos me los han devuelto siempre
como flores regaladas en mayo y devueltas en noviembre
tus ojos como botellas retornables para quien te dio trabajo
tus ojos contratados desde hace tres años
tus ojos para ellos,
entonces buenos para cernir playas con la excusa del coral
o para lanzarse a un cine con una piedra al cuello
y demasiado cansados para no avergonzarse
de confesarlo en los míos
lo mismo que en los tuyos.
Fueron capaces de cambiarnos
fueron capaces, lo sabes.
Pero sin que los otros sepan nada de esto,
dime sin un programa, dime cómo te sientes
continuarás admirándote tanto al punto de querte llevar en el dedo
harás el amor por amor
o para garantizarlo,
te irás a vivir con Alice que hace el whiskey destilando flores
o con un Casanova que te promete presentarte a sus padres
o más simplemente te quedarás
donde un momento bien vale otro
sin preguntarte porqué,
Continuarás siendo elegida
O finalmente elegirás.