Vendaval sin rumbo
que te llevas tantas cosas de este mundo,
llévate la angustia que produce mi dolor
que es tan profundo.
Llévate de mí
las inquietudes que me causan
el desvelo,
por vivir soñando
con un imposible para el corazón.
Vendaval sin rumbo
cuando vuelvas, tráeme aromas de su huerto
para perfumar el corazón
que, por su amor, casi, casi está muerto.
Dile que no vivo
desde el día en que de mí
apartó sus ojos,
llévale un recuerdo
envuelto en los antojos
de mi corazón.
Vendaval sin rumbo
cuando vuelvas, tráeme aromas de su huerto
para perfumar el corazón
que, por su amor, casi, casi está muerto.
Dile que no vivo
desde el día en que de mí
apartó sus ojos,
llévale un recuerdo
envuelto en los antojos
de mi corazón.