Soy un pobre vagabundo, sin hogar y sin fortuna,
y no conozco ninguna de las dichas de este mundo.
Voy sin rumbo por la vida, el dolor es mi condena
y el licor calmó mi pena porque el amor es mentira.
No me importa lo que digan de mi corazón bohemio,
me emborracho porque llevo en el alma una tragedia.
Y así voy por el camino que el destino me condena
porque al fin seré en la vida vagabundo hasta que muera.
No me importa lo que digan de mi corazón bohemio,
me emborracho porque llevo en el alma una tragedia.
Y así voy por el camino que el destino me condena
porque al fin seré en la vida vagabundo hasta que muera.