Los encuentras donde la gente
viaja y va a llamar por teléfono,
con la crema de afeitar que huele a lluvia
y su maletín,
perdidos en el Corriere della sera,
o en el ir y venir de una camarera.
¿Pero por qué cada día llega la noche?
A veces un hombre está solo,
porque tiene ideas raras en la cabeza,
porque le tiene miedo al sexo
o por el deseo de triunfar,
para escribir la novela que lleva dentro,
porque la vida ya lo ha acorralado
o porque en un mundo falso
es un hombre verdadero.
Dios de las ciudades y de la inmensidad,
si es verdad que existes y viajaste más que nosotros,
veamos si podemos aprender de esta vida
y quizás cambiarla un poco antes de que ella nos cambie.
Veamos si podemos ser amados tal cuál somos
sin violentarnos más con neurosis y envidias,
porque esta vida te tira y quien está tirado
duerme, o muere, o hace el amor.
Hay hombres solitarios por la sed de aventuras,
porque estudiaron para el sacerdocio
o por veinte años de prisión,
por madres que nunca los dejaron crecer,
por mujeres que los rechazaron... y los perdieron
o tan sólo porque son "diferentes".
Dios de las ciudades y la inmensidad,
si es verdad que existes y viajaste más que nosotros,
veamos si podemos aprender de estas mujeres
y cambiar un poco por ellas y un poco por nosotros.
Pero, Dios de las ciudades y la inmensidad,
quizás tú existes y no tienes problemas,
pero aquí abajo no estamos en el cielo y si un hombre pierde el hilo,
es solamente un hombre solitario.