¡Oye!, todo el alumbrado se quemó,
un año sin luz,
yo monto un caballo
que lleva anteojeras.
¡Oye!, mis ojos disparan centellas,
la noche, mis ojos te iluminan,
no le digas a tu padre
que el también lleva anteojeras.
Oye, tu viejo debería saber,
si ves una sombra, es porque hay algo ahí.