Es una tarde larga
Hay una calma extraña.
Ni siquera hay ruido en la ciudad,
ni veo gente caminar.
La luz de los postes es tenue
alguien prepara un lecho con cartones.
Esta neblina espesa me oscurece
el único bar abierto del barrio.
A lo lejos escucho una canción
que insprirará a alguien a hacer el amor.
Mientras hay alguien que sufre, hay otros que esperan
despertarse para amar aún.
Me extrañarás siempre sentada en esa grada.
Te buscaré en el fuego intenso de un camino. Y escribiré con el dedo nuestros nombres sobre un vidrio sin ya tenerte a mi lado.
Tú me esperarás, sin verme ya llegar.
Yo caminaré sin saber a donde ir. Y entonces te llamaré
pero estaré ahí sin hablar,
como tú lo hacías conmigo
Tal vez es este maldito aburrimiento
es el principio de nuestro final.
Y borramos sin ningún motivo
todo aquello que escribimos juntos.
Te extrañaré cuando el invierto se aproxime. Me buscarás, pero yo ya estaré muy lejos.
Te buscaré en el frío abrazo de una almohada.
Me soñarás, pero no apretarás mi mano.
Yo de noche miraré tus fotos por horas.
Tú reelerás todos mis mensajes de amor.
Y entonces me llamarás y estarás ahí sin hablar
como yo lo hacía contigo
Tal vez entenderé como poder borrarte
Tal vez entenderás que podrás olvidarme
Pero si nuestro amor es verdaderamente un gran amor,
no… no puede terminar así.