De una lágrima en tu rostro
entendí muchas cosas
después de tantos, tantos meses, ahora sé
lo que soy para ti.
Una mirada y una sonrisa
me revelaron tu secreto,
que has estado enamorada de mí
y aún lo estás.
Nunca entendí,
no sabía que,
que tú, que tú,
tú me amabas, pero
como yo,
nunca encontraste
el valor para decirlo, y luego...
Esa lágrima en tu rostro
es un milagro de amor
que se hace realidad en este instante para mí
que sólo te amo a ti.