Una furtiva lágrima
de sus ojos brotó:
Aquellos jóvenes fiesteros:
parecían envidiar.
¿Qué más voy buscando yo?
¿Qué más voy buscando yo?
¡Me ama! Sí, me ama, lo veo. Lo veo.
¡Un sólo instante, sentir los latidos
de su bello corazón!
¡Mis suspiros confundiéndose
casi con sus suspiros!
Los latidos, sentir los latidos,
Confundiéndose los míos con sus suspiros...
¡Cielo! ¡Se puede morir!
Más no pido; no pido.
¡Ah, cielo! ¡Se puede! ¡Se puede morir!
Más no pido, no pido.
¡Se puede morir! ¡Se puede morir de amor!