Una casa portuguesa tengo yo
que la brisa y el sol besan,
su silueta que adivino me esperó
al final de mi camino.
Sin descanso voy andando para allá,
a mi amor que quiero tanto,
A mi casa con presteza llegaré
y tus mejillas besaré, mi portuguesa.
Cuatro paredes muy blancas,
con madreselva y jazmín,
tiene un racimo la parra
y dos rosas el jardín,
un San José de azulejos
bajo un sol de primavera,
dulce promesa de besos
y tus brazos que me esperan.
Una casa portuguesa es con certeza,
es con certeza una casa portuguesa.
Una casa portuguesa tengo yo,
no me importa su pobreza,
pan y vino y sincero corazón
es tan sólo lo que quiero,
las palabras cariñosas de mi amor
y el perfume de las rosas.
Sin engaño ni tristeza viviré
y una canción te cantaré, mi portuguesa.
Cuatro paredes muy blancas,
con madreselva y jazmín,
tiene un racimo la parra
y dos rosas el jardín,
un San José de azulejos
bajo un sol de primavera,
dulce promesa de besos
y tus brazos que me esperan.
Una casa portuguesa es con certeza,
es con certeza una casa portuguesa.