Después de una mal día en la calle me encuentro a Jordina
que hoy está de cumpleaños, quiere que la acompañe al bar.
Nos miramos con simpatía, con gesto mutuo de empatía y ya en la primera mesa que empiece el festival...
¡Que empiece el festival!
¡Ponme un vaso de moscatel, una cazalla, ratafia, un burrito o una pomada!
¡Una mamadita, una perilla, un ron quemado,
un vaso de agua de Valencia o aromas de Montserrat!
Ya habiendo cogido el puntillo con una mezcla mortal de bebidas de la tierra, nos disponemos a hacer el mal.
Pues me coge la mano izquierda, a la atención de la camarera, nos pedimos otra robda y después ya veremos qué tal...
¡Después ya veremos qué tal!
¡Ponme un vaso de moscatel, una cazalla, ratafia, un burrito o una pomada!
¡Una mamadita, una perilla, un ron quemado,
un vaso de agua de Valencia o aromas de Montserrat!
Y aguantando la compostura, intentando hacerme la madura "¡qué, caray!" dice Jordina "¡otra no te hará daño!"
¡La noche es joven, la noche es fiests, mañana, mañana ya sufriremos el resto!
Pero hoy hasta que el cuerpo aguante echará humo este local...
¡Echará humo este local!
¡Ponme un vaso de moscatel, una cazalla, ratafia, un burrito o una pomada!
¡Una mamadita, una perilla, un ron quemado,
un vaso de agua de Valencia o aromas de Montserrat!