Ciudad que ya no tienes puertas, mantenme escondido.
Haz que vuelva el silencio.
Tienes los ojos enrojecidos y un acento que suena valiente
pero lo he perdido con el tiempo.
Y entre las grúas de los edificios, el negro de una alcantarillas.
El corazón como un hotel,
pero los ojos como los de esos chicos que la noche enciende.
A veces está oscuro incluso de día.
¿Dónde se aprende el instinto?
Una flor contra el diluvio
nunca ha ganado.
¿Y cómo es que me dejas aquí?
Y entonces será por siempre salvo considerando
que nada dura para siempre.
Nos llenaremos los hombros para parecer fuertes
bailando pero a destiempo.
Y con los pensamientos pintados, los cuerpos, las esculturas,
un ángel duerme entre los andamios.
Te escurre el maquillaje de los ojos y finalmente veo
qué bellos son tus miedos, miedos.
¿Dónde se aprende el instinto?
Una flor contra el diluvio
nunca ha ganado.
¿Y cómo es que me dejas aquí?
¿Dónde se aprende el instinto?
Una flor contra el diluvio
nunca ha ganado.
¿Y cómo es que me dejas aquí?