Eres una emoción inesperada, un sueño indescriptible.
La sensación más delicada,
profunda y tan simple.
Agradezco al cielo la alegría pura
que ahora tú me regalas.
Como lluvia fértil
desciendes en gotas pequeñas.
sacias una vida
que se había resecado.
A pesar de quedarnos inmóviles, pronto
nos vamos resbalando.
Sobrevolamos infinitas extensiones con los ojos cerrados,
zambulléndonos como ángeles
y como dos enamorados felices
de perderse en el fondo del alma.
Y esta canción así
como otras tantas podría ser insignificante
pero cada palabra buscada en el corazón
es una señal indeleble.
Agradezco al cielo
y la fortuna de que aquél día que me encontraste
como tierra fértil,
una lluvia de gotas tibias.
Mantienes una vida ya reflorecida,
permaneciendo inmóvil corres por órbitas infinitas.
Me llevas en tu sol, golpéame.
Sorpréndeme, enciéndeme,
savia de mis sistemas.
Abrázame y estréchame
que no vendrá la noche
y si por primera vez yo te encontrara,
ahora estoy seguro
de que súbitamente te amaría igual.
Como
desciendes en gotas pequeñas,
sacias una vida que parece renacida.
A pesar de quedarnos inmóviles,
pronto nos vamos resbalando.
Sobrevolamos infinitas extensiones.
Golpéame.
Sorpréndeme
porque tú eres la savia de mis sistemas.
Abrázame y estréchame
que no vendrá la noche.
Que la noche no vendrá jamás.