Que yo no lloro por un hombre,
que luego se me corre el rímel
y se me quedan churretes negros
y eso en la cara a mí me deprime.
Que yo me voy pa la calle tirando,
tira-tirando, tirando de su visa,
voy a comprarme un modelito de tirantes
y unas botas de chúpame la punta.
Voy a probarme en el pelo tos los tintes,
quiero también manicura y pedicura.
Voy a ponerme todos mis tratamientos
y acabaré con todos los pintaúñas.
Todo es un vaivén, todo viene y va,
todo lo que sube, se vuelve a bajar.
Y es que el amor es como la marea
que según la luna se va o se queda.
Y achicando el corazón me llevas
y me he cansado de tanto achicar,
que cada palo aguante su vela,
que yo la tuya no la aguanto más.
(×2):
Y es que un de vez en cuando me apetece un cambio
y es que un de vez en cuando cojo la maleta,
que yo vivo en mi vida sin complicaciones,
me pillo el buggy buggy y pa la carretera.
Que yo no lloro por un hombre,
que a mí me dan fuertes jaquecas,
que yo he cambiao mi cuarto oscuro
que por una sonrisa nueva.
Que yo me voy pa la calle tirando,
tira-tirando, tirando de su visa,
voy a comprarme todos mis complementos
sin olvidar unas gafas muy divinas.
Voy a borrar de mi piel, te quiero, Pepe,
porque mirar al pasado no da suerte,
que me lo ha dicho a mí la Lola Montero:
«A ese lagarto le pongo velas verdes».
Todo es un vaivén, todo viene y va,
todo lo que sube, se vuelve a bajar.
Y es que el amor es como la marea
que según la luna se va o se queda.
Y de repente mi móvil suena
y me he cansao de tanto contestar,
que cada palo aguante su vela,
que yo la tuya no la aguanto más.
(×2):
Y es que un de vez en cuando me apetece un cambio,
y es que un de vez en cuando cojo la maleta,
que yo vivo en mi vida sin complicaciones,
me pillo el buggy buggy y pa la carretera.