Estoy cansado de la vida, estoy cansado de los bares,
cansado está mi corazón, cansado
porque, a él, le acoge una herida, desde hace mucho,
una vieja herida de la juventud, la que perdura.
Estribillo:
Cierren todos los bares, mientras mi alma se apacigua
y curo las heridas de mi corazón, aquello que me duele
y no escucho los violines, ni sus canciones,
las que, a veces, me cantabas.
Hey, bar, la pena,
hey, vida, mi tristeza...
Hey, bar, la pena,
hey, vida, mi tristeza...
No quiero juntarme con ustedes, oh, mis noches de bebida...
Aléjense de mí ahora, gitanos,
déjenla que le cante a otro, como lo hizo para mí,
dejen que otros sueñen con ella, como alguna vez lo hice yo.
Estribillo.