Toda la vida, con este horrible ruido
arriba, abajo o en el medio de las escaleras
la espalda contra esa puerta.
Toda la vida, tocando un piano,
dejando incluso los dedos
arriba y abajo o en el medio de un teclado
estamos seguros que es la música.
Toda la vida, tratando de decirte que me iría,
o que me iría o que me moría,
mañana compraré un buen violín
y una camisa de terciopelo
y me despido y me despido
como un balón que se perdió
en el límite físico del relato
o en un cielo tropical
o como los balones del pasado
que rodaban en las escaleras hasta la puerta.
Toda la vida, sin cerrar una puerta
despidiéndome del último cabello
y con una sonrisa criminal
¿Cómo sería? Dame un ejemplo, un ejemplo.
Toda la vida, sin siquiera una comparación
desde la primera discoteca
dejando el corazón en casa o en las escaleras
estamos seguros de la música
sí la música, pero la música...
Toda la vida, telefonista y moribundo
agradablemente dormido
arriba y abajo o en la oscuridad de un sofá.
Toda la vida, en medio de la confusión,
o dentro de la palma de una mano,
pero sin nada mecánico,
como un balón que se perdió
yo me despido, yo me despido.