Cuando veo tus ojitos negros...
Negros, negritos
como mi suerte,
serranillo no sé qué siento;
ay, serranillo: ¡siento la muerte!
Serranillo, siento la muerte.
Ay, serranillo: ¡siento la muerte!
Cuando veo tus ojitos negros...
Negros, negritos
como mi suerte.
¡Anda y vete,
que no quiero
pasar por ti más fatigas!
Te portas como quien eres...
¡Caramba!
¿Qué más quieres que te diga?
¡Ay, ay, ay!
¿Qué más quieres que te diga?
¡Ay, ay, ay!
¿Qué más quieres que te diga...?
Los ojitos de mi moreno,
que se parecen
¡ay, a mis males...!
Negros como mis fatiguitas,
grandes como que mis pesares.
Grandes como que mis pesares,
¡ay! grandes como que mis pesares...
Los ojitos de mi moreno,
que se parecen
¡ay, a mis males...!
Al cristo del Gran Poder
le alumbran
cuatro faroles,
y a mí me alumbran tus ojos...
¡Caramba!
Que brillan como dos soles,
¡Ay, ay, ay!
Que brillan como dos soles,
¡Ay, ay, ay!
Que brillan como dos soles...
¡Anda y vete,
que no quiero
pasar por ti más fatigas!
Te portas como quien eres...
¡Caramba!
¿Qué más quieres que te diga?
¡Ay, ay, ay!
¿Qué más quieres que te diga?
¡Ay, ay, ay!
¿Qué más quieres que te diga...?