Oye la confesión
de mis secretos
nace de un corazón
que está desierto.
Con tres palabras
te diré todas mis cosas,
cosas del corazón
que son preciosas.
Dáme tus manos, ven,
toma las mías,
que te voy a confiar
las ansias mías.
Con tres palabras,
solamente mis angustias
y esas palabras son:
«¡Cómo me gustas!»
Dáme tus manos, ven,
toma las mías,
que te voy a confiar
las ansias mías.
Son tres palabras,
solamente mis angustias
y esas palabras son:
«¡Cómo me gustas!»