Quais, quais, quais, quais, quais, quais,
Quaiscalingudum
Quaiscalingudum
Quaiscalingudum
No puedo quedarme
ni un minuto más contigo.
Siento un gran amor, (por tí)
pero no puede ser: vivo en Jaçanã.
Si perdiese ese tren
que sale hora, a las once,
solo mañana por la mañana.
Y además de eso, mujer,
hay otra cosa:
soy un hijo único;
(y) tengo una casa que atender.
Bam zam zam zam zam zam
Quaiscalingudum
Quaiscalingudum
Quaiscalingudum
Quaisgudum, ¡chao!