De noche tengo momentos,
de arrancarme el corazón,
son tantos mis sufrimientos
al saber que tu traición,
se la llevaron los vientos
para remediar mi mal.
Quiero tu contestación,
porque sin ese poder
no podrá mi corazón
pretender a otra mujer.
¡Ay larala! - traicionera
¡ay larala! - qué dolor.
No encontraras quien te quiera
ni te de todo su amor
no encontraras quien te quiera
ni te de todo su amor.
Un pajarillo me ha dicho
que es otro el que te pretende,
si es otro mejor que yo,
de tu corazón depende,
pa' que le digas que no,
quisiera ser como el león
y refugiarme en el monte,
a llorar mi situación,
como aquel triste cenzontle
herido del corazón.
¡Ay larala! - traicionera
¡ay larala! - qué dolor.
No encontraras quien te quería
ni te de todo su amor
no encontraras quien te quiera
ni te de todo su amor.