Mira el mar, qué hermoso es,
inspira tanto sentimiento,
como tú, que a quien miras,
aún despierto lo haces soñar.
Mira aquí estos jardines,
huele estas flores de naranjo,
un perfume tan delicado
va directo al corazón...
Y tú dices: "¡Me marcho, adiós!"
te alejas de este corazón,
de esta tierra del amor:
¿Tienes el corazón para no volver?
¡Pero no me dejes,
no me des este tormento!
¡Vuelve a Sorrento,
hazme vivir!
¡Mira el mar de Sorrento,
qué tesoro tiene en su fondo!
Quien ha recorrido todo el mundo
nunca ha visto algo igual.
Mira alrededor, estas sirenas,
te están mirando, encantadas,
y te quieren tanto;
te quisieran besar.
Y tú dices: "¡Me marcho, adiós!"
te alejas de este corazón,
de esta tierra del amor:
¿Tienes el corazón para no volver?
¡Pero no me dejes,
no me des este tormento!
¡Vuelve a Sorrento,
hazme vivir!