Dijo Guevara el hermoso,
viendo al África llorar:
en el imperio mañoso
nunca se debe confiar.
Y dijo el Che legendario,
como sembrando una flor:
al buen revolucionario
sólo lo mueve el amor.
Dijo Guevara el humano
que ningún intelectual
debe ser asalariado
del pensamiento oficial.
Debe dar tristeza y frío
ser un hombre artificial,
cabeza sin albedrío,
corazón condicional.
Mínimamente soy mío,
ay, pedacito mortal.