Cuando dices que estás decepcionada,
pareces la novia de la decepción.
Antes del amanecer hay un cielo palido, como hombre muerto, otro día viene.
Tus ojos rechazaban
una aceptación y destino ambiguos,
y las cosas que se supone que el tiempo debía darte, la mayoría de ellas.
Todos están locos menos yo, un paranoico que sonríe y esconde su malestar.
No me veo triste, rechazo sentirme triste.
Oye, para que no llores nunca más, termina contigo que te amenazas a ti misma.
Huye conmigo a los confines de la tierra.
Nos persigue la oscuridad, escapando sin un mañana.
“Todos tienen algún dolor "
deberías decir eso sólo a ti misma.
Otros tratan de minimizar tu dolor,
ese descuido causa aún más dolor.
Corriendo a lo largo de una autopista azul,
sentí que en verdad podía escapar.
Perseguido por la sensación de ser perseguido por algo.
Por lo rápido del latido de mi corazón,
me convencí de que podría ir más rápido.
No correré con dolor en el rostro, no admitiré que me duele.
Oye, para que no llores nunca más, acaba contigo que te subestimas a ti misma.
Huye conmigo mientras maldecimos nuestras vidas que no podieron mantenerse inocentes.
Nos detenemos en una cafetería al ver nuestros retratos,
en la sección de “Se Busca”.
“...Un hombre y una mujer, bajo sospecha de asesinar sus propios sentimientos. …”
“... planearon su escape…”
“...se cambian de ropa…”
“...yendo y viniendo de casas de sus conocidos”.
Oye, sube el volumen del radio del auto.
Oye, súbelo más.
Me siento genial.
No puedo parar de reír.
Puedo seguir así por siempre.
Puedo seguir así por siempre.
Oye, para que no llores nunca más
Termina contigo que te acosas a ti misma.
Huye conmigo hasta que encontremos nuestro final.
No tenemos obligación ni deber para con este mundo.
Velocidad temeraria en una curva cerrada.
Por supuesto, me imaginaba este fin.
Trate de girar en un camino donde no podía,
para que pudiéramos sonreír al menos al último momento.