Todo el día llovió
Toda la noche lloviendo
Quiero estar donde tu estés
Llamar al encantamiento.
Que silbe el viento
Que quiero entender
En su voz
Llamadas divinas.
Desde el sol
Alas en vez de corazones
Que el espíritu nos eleve
A las nubes.
Dejar de sufrir;
No set tierno ni cruel
Ni decrépito
En mi esencia de ser.
No volver a camino abierto
No admitir que me marquen
Si empleo la fuerza de mi corazón
Y gasto mi espíritu para soñar.
Que me puedan mentir
O decirme lo que es mejor
Que yo sepa negarme a su juego
Barre el viento lo que es incierto y es.
La vida lo peor del desierto que es la
Propia vida
No volver ni aún en ángel
Rechinar, fiero el ceño.
Retumbar, siempre que haga falta
En las puertas del infierno
Me niego a creer lo que dicen;
No quiero tomar lo que ofrecen.