Porque vivo como ves, como las aves
siempre vagabundo.
Porque junto a mi, en verdad, no existe nadie
que me marque un rumbo.
Porque tengo la avidez de un perro viejo,
sé callar lo nuestro,
porque sé que en el amor nos entendemos;
tienes que seguir pensando sólo en mí.
Porque tienes que guardar la compostura
de una gran señora,
pero sé que necesitas de aventuras
más que de otras cosas.
Ya sabemos qué nos gusta y como somos
y nos complacemos,
y a la vez soy un romántico discreto;
tienes que seguir pensando sólo en mí.
Porque sólo yo,
te puedo regalar
todo el amor que te hace falta.
Te puedo ver mil veces
sin que nadie sepa nada,
pues nadie a mí me exige
explicaciones ni palabras.
Porque sólo yo,
te puedo procurar
todo el amor que te hace falta;
yo sé perfectamente
lo que quieres si me llamas;
que pena si una cosa así tan bella terminara.