Ven, ven, ven a mi, dulce enfermedad
¡Destrózame y oblígame a arrodillarme!
Inyecta toda tu maldad en mi inocente cuerpo
Y en cuestión de segundos, las preocupaciones se irán lejos, muy lejos
Porque sin mí nada eres, nada eres
Y sin ti, yo nada soy
Pero, juntos somos todo
Hiéreme, sí hiéreme con tu dulce enfermedad
Prívame de mi libertad, ven y prívame de la vida
Toma mis esperanzas, mis sueños, mis expectativas y destrúyelos frente ante nosotros, mi divina estrella negativa
Ningún placer puede compararse contigo
Y ninguna conquista puede ser equiparada contigo
Ni la euforia puede compararse contigo
Nisiquiera el amor podría jamás reemplazarte