El problema no es
el corazón sino el hecho que decida
incluso mi estado mental.
El problema no es viajar.
Basta que no sea una excusa,
un motivo para escapar.
Tú y yo estamos bien,
sepultados por un destino insólito.
Tú y yo somos luz
como la mañana.
Te sonreiré, te sonreiré,
te sonreiré
y todo cambiará.
Te sonreiré, te sorprenderé,
te aliviaré
toda tu fragilidad
y construiré una casa sólo para ti.
Te vestiré como esposa sólo para mí
pero sea como sea,
será toda una sorpresa.
El problema no es
el mar sino la melancolía
que te deja el horizonte.
El problema no es
tu boca sino las ganas
insatisfechas
que me quedan de besarla.
Tú y yo estamos bien
mientras seas mía.
Te sonreiré, te sonreiré,
te sonreiré
y todo cambiará.
Te sonreiré, te sorprenderé,
te aliviaré
toda tu fragilidad
y construiré una casa sólo para ti.
Te vestiré como esposa sólo para mí
pero sea como sea,
será toda una sorpresa.
Te aliviaré
toda tu fragilidad
y construiré una casa sólo para ti.
Te vestiré como esposa sólo para mí
pero sea como sea,
será toda una sorpresa
y te sonreiré.