Tomé la otra botella
y froté la lámpara.
El genio salió sonriendo
como algún vagabundo oriental.
Me preguntó: “¿Qué pasa, hombre?
¡Dime qué pasa!
Puedes pedir tres deseos
pero no te plantees por mucho tiempo,
pero no te plantees por mucho tiempo.”
Dije: “Vale,
deseo que todos sean felices en el Líbano,
deseo que alguien me ayude escribir esta canción,
deseo que mi padre no hubiera perecido
cuando yo era joven.”
El genio dijo: “Considera que es hecho”.
Oh, pero hay algo en el aire
y tú no sabes qué es.
Ves a alguien detrás del cristal,
a alguien que te falta tanto.
Y el camino te conduce a la gloria,
pero has usado tu último deseo,
tu último deseo,
y deseas que ella se vuelva a tu lado...
¡Tráigala a mi lado!
El genio dijo: “Lo siento,
el juego ya se acabó.
¡Caramba! ¿Dónde está la lámpara, mamón?
Es hora de que me vaya.
¡Adiós!”
Oh, pero hay algo en el aire
y tú no sabes qué es.
Ves a alguien detrás del cristal,
a alguien que te falta tanto.
Y el camino te conduce a la gloria,
pero has usado tu último deseo,
tu último deseo,
y deseas que ella se vuelva a tu lado...