Hay una ciudad
en la que nací,
está muy lejos,
cruzando el mar.
Y en esa ciudad
en la que nací,
soñaba
que algún día
me iría
y cruzaría el mar.
Y así es,
y así parece
que Dios vive sólo en nuestros sueños,
en nuestros sueños.
Y ahora vivo
en esta ciudad.
Camino por estas calles oscuras,
de arriba para bajo, de arriba para abajo
bajo un cielo oscuro.
Y sueño
que algún día
regresaré a casa.
Y así es,
y así parece
que Dios vive sólo en nuestros sueños,
en nuestros sueños.