Escucho al viento,
al viento de mi alma.
¿Adónde llegaré al final?
Creo que sólo el Señor lo sabe.
Senté sobre el sol poniente,
pero jamás, jamás, jamás, jamás,
nunca jamás necesité agua,
no, jamás, jamás, jamás.
Escucho a mis palabras,
pero ellos caen muy abajo.
Dejo que mi música me lleve
adónde mi corazón quiere ir.
Nadé en el lago del diablo,
pero jamás, jamás, jamás, jamás,
nunca jamás hice el mismo error,
no, jamás, jamás, jamás.